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Sensibilidad a los andrógenos y ejercicio físico

Sensibilidad a los andrógenos y ejercicio físico


En los últimos años, el concepto de sensibilidad androgénica y ejercicio ha llamado la atención de muchos.


Leamos sobre la sensibilidad a los andrógenos y la insensibilidad a los andrógenos antes de hablar sobre el concepto de sensibilidad a los andrógenos y el ejercicio.


El síndrome de insensibilidad a los andrógenos (SIA) puede definirse como una forma de alteración genética en la que el cuerpo humano se vuelve parcial o completamente intolerante a la testosterona, la principal hormona sexual masculina. Esta afección afecta al desarrollo sexual durante la pubertad o antes del nacimiento de un niño. Por lo general, los niños que nacen con este trastorno son genéticamente varones, con un cromosoma X y un cromosoma Y.

Causas principales del síndrome de insensibilidad a los andrógenos


Las mutaciones del gen receptor de andrógenos dan lugar al síndrome de insensibilidad a los andrógenos (también denominado síndrome de resistencia a los andrógenos, deficiencia del receptor de dihidrotestosterona y deficiencia del receptor de andrógenos). Este gen es el responsable de guiar la creación del receptor de andrógenos que ayuda a las células de nuestro cuerpo a responder a los andrógenos (hormonas como la testosterona). Cuando muta, este gen tiende a inhibir el funcionamiento normal de los receptores de andrógenos. Esto hace que las células del cuerpo respondan a los andrógenos o puede inhibir a las células del cuerpo de hacer uso de estas hormonas en absoluto.


Se cree que aproximadamente 2/3 de todos los casos de síndrome de sensibilidad a los andrógenos se heredan de madres cuyos cuerpos incluyen una copia alterada del gen receptor de andrógenos o de uno de sus dos cromosomas X. Los casos restantes de síndrome de sensibilidad a los andrógenos se producen debido a una nueva mutación que puede ocurrir en el óvulo de la madre durante el desarrollo fetal temprano o la concepción.


El síndrome de insensibilidad a los andrógenos puede clasificarse en tres categorías:


- Síndrome de insensibilidad completa a los andrógenos (CAIS)
- Síndrome de insensibilidad a los andrógenos leve (MAIS)
- Síndrome de insensibilidad parcial a los andrógenos (PAIS)


El síndrome de insensibilidad completa a los andrógenos (CAIS) se produce cuando el organismo es incapaz de utilizar correctamente los andrógenos. Los niños que nacen con este problema de salud tienden a poseer las características sexuales externas de las mujeres, pero nacen sin útero. Esto significa que no menstrúan o no pueden concebir. Tienen una identidad de género femenina y suelen criarse como mujeres.


Por otro lado, los niños que nacen con insensibilidad androgénica parcial (también llamada síndrome de Reifenstein) pueden tener genitales de aspecto femenino, genitales con características tanto masculinas como femeninas o genitales de aspecto masculino. Los niños que nacen con insensibilidad a los andrógenos leve suelen nacer con características sexuales masculinas, pero a menudo son infértiles o experimentan agrandamiento de las mamas en la pubertad.


Si se sospecha un síndrome de insensibilidad a los andrógenos, los médicos pueden recomendar análisis de sangre para identificar los cromosomas sexuales, comprobar los cambios genéticos y medir los niveles de hormonas sexuales.


Cabe señalar aquí que las hormonas androgénicas desempeñan un papel crucial en algunos efectos de los ejercicios y el entrenamiento físico. Además, las cantidades mínimas de andrógenos son los factores diferenciadores entre hombres y mujeres en la agresividad, el crecimiento óseo y la producción de glóbulos rojos. Los cambios en la sensibilidad o en los niveles de andrógenos sí contribuyen al aumento de la síntesis proteica, del glucógeno muscular y de la masa corporal magra que generalmente se asocia al ejercicio crónico.


Varios estudios han sugerido que las mujeres con síndrome de ovario poliquístico (SOP) experimentan mejoras significativas en los niveles de andrógenos y sensibilidad a la insulina a través del entrenamiento de resistencia y el ejercicio aeróbico vigoroso. Por ejemplo, las mujeres con SOP son más propensas a desarrollar enfermedades cardiovasculares, obesidad, enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFLD), ansiedad, depresión, diabetes tipo 2 y trastornos del estado de ánimo.


Esto se debe principalmente a que los ovarios producen cantidades excesivas de andrógenos en el caso de las mujeres con SOP a través de la hiperestimulación por la desregulación intrínseca de la esteroidogénesis o la hormona luteinizante. Además, el hiperandrogenismo favorece la resistencia a la insulina y la hiperinsulinemia. Esto, a su vez, puede exacerbar la hiperandrogenemia y provocar obesidad y aumento de peso. Además, las mujeres con SOP pueden experimentar resistencia a la insulina, que se ha atribuido al aumento de la fosforilación en serina del sustrato 1 del receptor de insulina (IRS1) y del receptor de insulina en el músculo.


Afortunadamente, la práctica regular de ejercicio puede ayudar a las mujeres con SOP y otras afecciones similares a perder el peso rebelde, sobre todo si se asocia a una dieta sana y equilibrada. Varios estudios han demostrado los efectos positivos y significativos de los ejercicios sobre la sensibilidad a los andrógenos. Por ejemplo, el entrenamiento de resistencia progresiva o el entrenamiento de fuerza, el ejercicio aeróbico, los ejercicios combinados, el ejercicio de combate único, el ejercicio junto con la modificación de la dieta o el entrenamiento de intervalos de alta intensidad pueden contribuir en gran medida al concepto positivo de la sensibilidad a los andrógenos y el ejercicio.


Un estudio puso de relieve que un ejercicio supervisado en cinta rodante al 60% del VO2máx durante una hora tres días a la semana mejoraba la reducción gradual de la dosis (GDR) y una medida del péptido natriurético auricular (ANP, -log[EC50]). El entrenamiento con ejercicio puede mejorar significativamente la expresión de las proteínas transportadoras de ácidos grasos de cadena larga (LCFA) (FAT/CD36, CPTI). La inhibición de los receptores de andrógenos puede minimizar la expresión de la Carnitina palmitoiltransferasa I (CPT I) en el músculo esquelético para reducir el metabolismo de las grasas. Por lo tanto, la supresión de la sensibilidad del receptor AR o la minimización de la hormona sexual puede inhibir el metabolismo de las grasas y la eficiencia energética mediante la supresión de la Carnitina palmitoiltransferasa I.


Esperamos que esta información sobre el concepto de la sensibilidad a los andrógenos y el ejercicio le haya sido útil.


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